sábado, 1 de febrero de 2014

LOS BUENOS PROPÓSITOS


Entre el final y el inicio de un nuevo ciclo solemos hacer planes, marcar objetivos, pedir deseos y, en definitiva, pensar en llevar a cabo toda clase de buenos propósitos. Es también habitual que a corto o medio plazo muchos de estos buenos propósitos queden en una mera intención y no acaben convirtiéndose en realidad, frustrándose nuestras expectativas y convirtiendo este proceso en un hábito que se repite año tras año sin éxito. Desde Animus intentaremos dar unas claves para ayudar a que estos pensamientos se materialicen en realidades que mejoren nuestra calidad de vida.

                MOTIVACIÓN

Según Abraham Maslow, famoso psicólogo humanista estadounidense que estudió la motivación humana (más info), "la necesidad satisfecha no genera comportamiento, sino que el comportamiento es generado por la necesidad no satisfecha que hay que paliar". De estas palabras se desprende el hecho de que cada vez que se nos presenta la idea de marcarnos un objetivo, en realidad se hace patente una necesidad que requiere ser satisfecha. Pondremos un ejemplo: imaginemos que un buen día decido que voy a dejar de fumar. Lo que en principio parece una inspiración muy saludable por mi parte en realidad  responde a todo un proceso que mi mente ya ha elaborado porque NECESITO cosas que el fumar me impide tener, como pudiera ser: buena salud, buena presencia, desahogo económico. Tres elementos que, si paro a pensar, son muy importantes en mi vida cotidiana, personal y social,  para sentir que tengo una vida plena y feliz. Ahora bien, ¿cómo mantener esta motivación y no desanimarnos por el camino? Seguid leyendo...

                OBJETIVOS CONCRETOS

Lo primero y más importante ahora es determinar un objetivo concreto. Puede parecer una tontería pero este paso es crucial para conseguir nuestro propósito. ¿Cómo vamos a ganar una carrera si no sabemos dónde está la meta ni sabemos cuál es el recorrido? Vamos con otro ejemplo: no sería lo mismo decir "Quiero tener dinero ahorrado" que "Quiero llegar a final de año con 3000€ ahorrados". Evitemos establecer objetivos genéricos e intentemos determinar metas medibles y cuantificables.

                EXPECTATIVAS REALISTAS

Un segundo elemento básico es tener en cuenta que las metas que establezcamos sean realistas en cuanto a nuestras posibilidades ya que, de lo contrario, nos toparemos rápidamente con la desmotivación. No es lo mismo decir "Quiero ser millonario" que "Me gustaría ahorrar 3000€ hasta final de año".

                PENSAMIENTO POSITIVO

En lugar de desanimarnos al centrar nuestra atención en las primeras trabas que nos podamos encontrar a lo largo de nuestro proceso para conseguir una meta concreta, es hora de detectar estos momentos de debilidad y darle la vuelta a la tortilla y pensar en otra clave: en lugar de regodearnos en el sacrificio que nos está suponiendo el proceso podemos poner atención en el hecho de que el propio sacrificio es señal de que vamos por buen camino. El pensamiento positivo afecta a nuestra conducta y a todo lo que te rodea, por tanto es importante intentar generar una actitud positiva con ejercicios tales como: darte mensajes de ánimo, usar un lenguaje positivo en detrimento del uso del negativo, centrar la atención en lo bueno y desatender lo que nos es nocivo, sacar partido de todo es posible, concentrarse en la medida de lo posible en las soluciones y no en los problemas, pensar cómo lo hacen personas de éxito y que en cierto modo admires...

                FLEXIBILIDAD Y ESTRATEGIA

Una vez determinado un objetivo concreto y realista hay que establecer un plan o estrategia bien estructurado. En este punto es muy recomendable hacer un planning detallando cada paso a seguir (a modo de guía deben quedar respondidas las preguntas clave QUÉ, CUANDO, CUANTO, DÓNDE..) Si hemos decidido ahorrar 3000€ en un año tendremos que tener en cuenta variables tales como los ingresos y gastos mensuales aproximados, qué meses podría ahorrar más y menos... y a partir de aquí fijar una cantidad (CUANTO) a ahorrar cada mes, cada día, cada semana o quincena (CUANDO). También estaría bien elegir un lugar dónde ir guardando el dinero ahorrado (DONDE); de este modo, al ir viendo cómo van aumentando los ahorros, nos iremos animando y reforzando positivamente ya que de alguna manera ¡ya estamos consiguiendo pequeños objetivos con éxito! Un detalle importante: sed flexibles. Si es necesario retocar partes de la estrategia, hacedlo. Es importante saber adaptarse a las nuevas circunstancias sin perder de vista nuestro objetivo final. Es importante, incluso muy recomendable, ir revisando la estrategia a lo largo del tiempo y asegurarnos que nos sigue siendo útil; en caso contrario, la redefinimos.

                TRABAJO Y DISCIPLINA

Hasta ahora nos hemos mantenido sobretodo en un plano mental, así que el siguiente paso consiste en externalizar y materializar todo aquello que hemos ideado y planeado para conseguir nuestra meta ...¡Es momento de actuar! Hay que trabajar y seguir de manera disciplinada la estrategia creada. Siguiendo el ejemplo del ahorro, si hemos decidido que cada día vamos a ahorrar 5€ y los vamos a poner en una hucha concreta, pues podemos intentar crear un hábito y hacer este ejercicio cada mañana justo antes de salir de casa, por ejemplo. ¡Adelante!

                EL PODER DE LA VISUALIZACIÓN

Un truco: el poder de la VISUALIZACIÓN. Quizás pueda parecer el apartado más mágico-maravilloso de todos pero os sorprenderíais de lo que se puede conseguir usando vuestra imaginación. Si no estáis familiarizados con las visualizaciones intentad buscar un lugar tranquilo donde nadie os pueda molestar durante unos minutos. Una vez relajados, cerrad los ojos e intentad imaginaros a vosotros mismos, con todo lujo de detalle, con la meta conseguida: imaginaos echando el dinero en la hucha cada mañana, imaginaos a vosotros mismos al cabo de un año con los 3000€ en la mano, imaginad la hucha llena de dinero... ¡incluso podéis ir más allá y visualizaros  disfrutando de un viaje a Punta Cana con el dinero ahorrado! Practicad este ejercicio con regularidad y ya veréis...

                OBSERVACIÓN

Por último, y no por ello menos importante, se recomienda observar el mundo que te rodea y tomar de él lo que necesites para tus propósito particular (y tu vida en general). De todo se puede aprender y sacar provecho: de lo bueno, de lo malo, de lo raro... si estás receptivo a todo tendrás un montón de ideas y te enriquecerás... sobretodo escuchando y observando todo aquello que sea diferente a ti.
 

Para terminar, y volviendo a mi querido Maslow, como curiosidad os diré que él consideró a una serie de personajes históricos como sujetos autorrealizados, estimando que eran personas con unas cualidades determinadas:

                -centradas en la realidad.

                -centradas en las soluciones ante los problemas.

                -con percepciones diferentes de los significados y los fines.

                -con necesidad de privacidad.

                -independientes de la cultura y el entorno dominantes.

                -inconformistas y no susceptibles a la presión social.

                -con sentido del humor no hostil.

                -buena aceptación de sí mismos y de los demás.

                -creativos y originales.

                -con tendencia a vivir con intensidad las experiencias.

 
Mayte Moreno